sábado, 27 de octubre de 2012
Lola
Un día, a los 18 años, Lola (nombre ficticio) pidió a su padre a gritos
que la matase. Ese día, él, "un ser estricto, con mucho genio y la mano
muy larga", dejó de pegarle. Pero tuvieron que pasar muchos más, hasta
la muerte de su progenitor, para que Lola encarase su biografía y
comenzara a considerar anormal haber sido una niña maltratada. Durante
su infancia y su adolescencia, lo normal para ella era la violencia, y
excepcional, el trato que recibían sus primos, niños queridos por sus
padres. Desde que tiene uso de razón recuerda palizas, bofetadas,
tirones de pelo o patadas hecha un ovillo en el suelo; hasta pellizcos
en los pechos cuando se desarrolló
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NO se como pueden existir este tipo de cosas
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